-
Fui comprada en una tienda de Albarellos, Galicia y fue entonces cuando conocí a Lola cuando ella tenía 15 años (la madre de Ana)
-
Cuando Lola se hizo mayor, a los 33 años, tuvo a Ana, su hija, y desde entonces nunca más me separé de ella.
-
Desde que conocí a Ana, mi vida fue viento en popa, ya que a pesar de que estuve toda su infancia con ella, cuando creció la vi menos porque se hizo mayor. Aún así, ahora que está haciedno el máster, hemos vuelto a conectar y ahora la veo menos.