• 470 BCE

    Socrates

    Socrates
    explica cómo la práctica del bien perfecciona al ser humano, por el contrario, la práctica del mal corrompe su naturaleza.
  • 427 BCE

    Platón

    Platón
    El bien supremo del hombre es desarrollarse como ser racional y moral, el constante cultivo de su alma, el bienestar general y armonioso de su vida.
  • 384 BCE

    Aristóteles

    Aristóteles
    Afirma que el curso de acción correcto depende de los detalles de una situación particular, en lugar de generarse simplemente mediante la aplicación de una ley.
  • 354 BCE

    San Agustín

    San Agustín
    Parte de que la naturaleza humana está herida por el pecado original pero no destruida, la gracia de Dios la fortalece y le ayuda a alcanzar mejor su fin, pero ella conserva su capacidad de orientarse sola al bien.
  • 342 BCE

    Epicuro

    Epicuro
    Afirmó que es bueno todo lo que produce placer, pues el placer, según él, es el principio y el fin de una vida feliz. Pero para que el placer sea real debe ser moderado, controlado y racional.
  • 1225

    Tomás de Aquino

    Tomás de Aquino
    El bien en todo ser y el obrar del mismo según la naturaleza, siendo, en el caso del hombre, la naturaleza racional y por tanto la suprema norma ética.
  • David Hume

    David Hume
    Sentimiento de aprobación o desaprobación hacia las acciones y cualidades de las personas, consiste en afirmar que el fundamento de la moral no está en la razón sino en los sentimientos.
  • Immanuel Kant

    Immanuel  Kant
    Es la voluntad la que hace posible las acciones al crear la ley a la cual debe sujetarse el individuo. El comportamiento moral parte del hombre al establecer la forma de cómo debe actuar.
  • Jeremy Bentham

    Jeremy Bentham
    Reducía los motivos de la conducta al placer y al dolor; la moralidad, al acto útil, puede ser calculada matemáticamente como balance de satisfacciones y sufrimientos, resultado de determinadas acciones cualesquiera que sean.
  • John Stuart Mill

    John Stuart Mill
    sostuvo el criterio utilitarista de buscar el máximo bienestar del mayor número de individuos, la felicidad general como criterio y fin de la moralidad.