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Se realizaron varios intentos para organizar bancos en El Salvador, pero muchos de ellos fallaron. En
1867, entre los diferentes proyectos se encontraban el Banco del Salvador, un banco de emisión,
depósito y descuento, cuyo fundador, el Señor William Francis Kelly, contaba con el apoyo del
Gobierno. El intento fue fallido. -
1880 que empezó a funcionar el Banco Internacional de El Salvador como banco
privado emisor de billetes. -
El Banco Salvadoreño, que había nacido en 1885 con el nombre de Banco Particular de El Salvador,
fue creado por una concesión del Ministerio de Fomento a los señores Mauricio Duke y Francisco
Camacho -
El Banco Occidental nació en noviembre de 1889. Fue fundado por don León Dreyfus y don Emilio
Álvarez y funcionaba en Santa Ana. También obtuvo la facultad de emitir billetes pagaderos a la vista
y al portador. -
El Banco Agrícola Comercial fue fundado en 1895, por los señores José González Asturias y Rodolfo
Duke. A éste se le facultó para emitir billetes al portador, al igual que a los otros bancos fundados
anteriormente. -
Para 1898 funcionaban en el país cinco bancos: el Banco Internacional, el Banco Salvadoreño, el
Banco Occidental, el Banco Industrial y el Banco Agrícola Comercial. -
En 1990, se comenzó a ordenar el mercado financiero aprobando la Ley de Casas de Cambio, la Ley
de Saneamiento y Fortalecimiento de Bancos y Asociaciones de Ahorro y Préstamo, la Ley de
Privatización de Bancos Comerciales y Asociaciones de Ahorro y Préstamo y la Ley Orgánica de la
Superintendencia del Sistema Financiero -
El 19 de junio de 1934, el Banco Agrícola Comercial se convierte en Banco Central de Reserva de El
Salvador, centralizándose la emisión de billetes. El Banco Central nace como una sociedad anónima
de economía mixta, en la que participaron los bancos que dejaron de ser emisores, la Asociación
Cafetalera de El Salvador y accionistas particulares. -
En 1952, el Gobierno del Coronel Oscar Osorio, utilizó los servicios de dos expertos del Fondo
Monetario Internacional para investigar los siguientes puntos: si la capacidad financiera de El
Salvador era suficiente para permitir un ritmo de desarrollo económico superior al que había tenido
hasta entonces; si la política monetaria y crediticia, seguida hasta el momento, era la más adecuada
para lograr ese mayor ritmo de desarrollo económico. -
En 1961, se decretó la Ley de Reorganización de la Banca de la Nación, que convertía al Banco
Central de Reserva de sociedad anónima en entidad del Estado. Ese mismo año, en diciembre, se
promulgó la Ley Orgánica del Banco Central de Reserva de El Salvador. En ella, se le facultó para que
realizara las funciones reguladoras y fiscalizadoras de las instituciones bancarias, a través de la
Superintendencia del Sistema Financiero, que nació adscrita al Banco Central. -
En septiembre de 1970, se decretó la Ley de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares -
LICOA- con el objetivo de normar las operaciones de estas instituciones en aspectos que no estaban
contemplados en el Código de Comercio vigente. -
En agosto de 1973, el Ministro de Economía sometió a la consideración del Poder Legislativo, el
proyecto de Ley de Creación de la Junta Monetaria. -
La nacionalización de la banca fue decretada el 7 de marzo de 1980 y tenía como objetivo promover
una menor desigualdad en la distribución del ingreso y de la riqueza, mediante una nueva estructura
de propiedad de las instituciones nacionalizadas, democratizar el crédito mediante la extensión de
sus beneficios a los sujetos económicos que habían permanecido marginados y promover la
utilización más racional del ahorro interno captado por el sistema financiero -
En 1990, uno de los problemas fundamentales del sistema financiero era su estructura
organizacional, pues estaba establecido como un régimen político y centralizado, donde el Gobierno
dominaba el sistema en su conjunto, desde la formulación y ejecución de la política monetaria hasta
la conducción administrativa individual de los bancos, que eran propiedad estatal. -
El 1 de enero de 2001, entró en vigencia la Ley de Integración Monetaria. Esta ley estableció que
el dólar estadounidense sería moneda de curso legal en el país y estableció el cambio de ¢8.75 por
un dólar. La entrada en vigencia de la Ley trajo cambios drásticos en el manejo de las cuentas por
parte de los bancos.