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Año 1929
Las contribuciones del primer tipo, entre las que se pueden mencionar las obras de Mises, Hayek, Jewkes, Ropke, Robbins, entre otros, tienen una serie de rasgos comunes. Su finalidad principal es la defensa de la libre competencia contra la planeación económica. Las aportaciones teóricas de este primer grupo es que ni han modificado en lo tradicional ni han contribuido a explicar mejor los fenómenos de la vida real.
La situación llegó a ser insostenible, se produjo un desplome de la bolsa. -
Año 1936
Había aquí una contradicción completa con la teoría del equilibrio general y con la teoría del equilibrio general y con la teoría marginalista de los salarios. A ese nuevo divorcio de la teoría con la realidad se enfrentó Keynes, y él resultó la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Con Keynes la economía vuelve a convertirse en un estudio. Según su teoría, el ingreso total de la sociedad está definido por la suma del consumo y la inversión. -
Año 1941
Los sucesores de Keynes debatieron las fórmulas exactas, mecanismos y consecuencias del modelo Keynesiano. En el campo de la "teoría política económica", para usar la feliz expresión de Timbergen, la influencia Keynesiana ha sido también decisiva. Éste mencionado modelo de consumo e inversión resultaba demasiado global para estos menesteres y era preciso "desagregarlo". El esquema de insumo-producto se trata de un método para determinar las combinaciones más eficientes de recursos productivos. -
Año 1951
La obra El Capital de Carlos Marco (1946), y la Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero de Keynes (1999), han jugado un papel importante en la formación de economistas de las generaciones de 1950 en adelante. Prebisch, publicó en 1947 la que se considera la primera obra en español de interpretación de la teoría Keynesiano. Una fase de expansión es posible gracias a las innovaciones, porque aportan ganancias de productividad y animan a los empresarios a invertir. -
Año 1956
En éste año el economista estadounidense Robert Solow (1924) y el economista australiano Trevor Swan (1918) propusieron el modelo Solow-Swan, basado en la productividad, la acumulación de capital, el crecimiento de la población y el progreso tecnológico. En 1956 Swan también propuso el diagrama de Swan, del equilibrio interno-externo. En 1987, Solow recibió el Premio Nobel de Economía.