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Énfasis en mediciones de resultados de aprendizaje (tests estandarizados)
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Evaluación de programas educativos, no sólo de estudiantes
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Desarrollo de modelos clásicos como el CIPP (Stufflebeam)
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Crecimiento de la evaluación externa en instituciones
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Fomento de la autoevaluación institucional
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Participación en evaluaciones nacionales e internacionales (PISA, INEE)
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Evaluación contextualizada considerando aspectos socioeconómicos y culturales
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Uso de tecnologías, IA y análisis de datos masivos Mayor enfoque en inclusión y equidad educativa