Escritoras mexicanas del siglo XX

By hgomez1
  • Laura Méndez de Cuenca

    Laura Méndez de Cuenca (18 de agosto de 1853 – 1928), originaria de Ayapango, Estado de México. Sus obras más importantes fueron “Espejo de Amarilis” (1902) y sus relatos “Simplezas” (1910) (Alemany, 2003, pág. 61).
  • María Enriqueta Camarillo

    María Enriqueta Camarillo (19 de enero de 1872 - 1968), originaria de Coatepec, Veracruz. Sus obras más importantes son “Las consecuencias de un sueño” (1902), “Rumores de mi huerto” (1908), En su obra resaltan “rasgos románticos y modernistas y subrayo si conciencia de mujer independiente, aunque en ocasiones disfrazase su identidad feminista” (Alemany, 2003, pág. 61).
  • Dolores Bolio

    Dolores Bolio (22 de agosto de 1872 – 1950), originaria de Mérida, Yucatán. Escribió bajo el pseudónimo de Luis de Avellaneda. Sus obras más importantes fueron “Aroma tropical” (1941), “La cruz del maya” (1922), “Una hoja del pasado” (1920) y “Un solo amor. Confidencias de poeta” (1937). En su obra, Bolio “habla de los hechos relativos a la historia y la sociedad mexicana del siglo XIX, la situación de la subordinación de la mujer con notas sensualistas y eróticas” (Alemany, 2003, pág. 61).
  • Guadalupe Marín

    Guadalupe Marín (16 de octubre de 1895 – 1981), originaria de la ciudad de México. Sus obras más importantes son “La única” (1938), “Un día patrio” (1941), Sus obras “reflejan las características de la situación de las mujeres en los años cuarenta” (Alemany, 2003, Pág 62).
  • Nellie Campobello

    Nellie Campobello (7 de noviembre de 1900 - 1986), originaria de Villa de Ocampo Durango. Sus obras más importantes son “Cartucho” (1931) y “Las manos de mamá” (1938). Ambas obras pertenecen al género de novela de la revolución. Además, el estilo en “Las manos de mamá” fue reconocido por estar narrado en primera persona del singular a través de los ojos de una niña que vivió en medio de las batallas del movimiento revolucionario (Pinto, 2015).
  • María Lombardo de Caso

    María Lombardo de Caso (6 de diciembre de 1905 – 1964), originaria de Teziutlán, Puebla. Sus obras más importantes son “Una luz en la otra orilla” (1959) y “La culebra tapó el río” (1962). Su producción se “caracteriza por el estudio instropectivo de los personajes y por tratar la problemática indígena y las consecuencias del progreso.” (Alemany, 2003, pág. 62).
  • Julia Guzmán

    Julia Guzmán (21 de marzo de 1906 – 1977), originaria de Puebla. Sus obras más importantes son “Divorciadas” (1939) y “Nuestros maridos” (1944). Su producción literaria “presenta a la mujer en medio de su esfera doméstica, sometida al marido con golpes y abusos” (Alemany, 2003, pág. 63).
  • Asunción Izquierdo de Albiñana

    Asuncion Izquierdo de Albiñana (21 de febrero de 1910 – 1978), originaria de San Luis Potosi. Utiliza el seudónimo de Ana Mairena. Sus obras más importantes son “Andreida”, “Los Extraordinarios”, “Cena de ceniza”. En “Andreina” aborda “el tema de la libertad femenina, la libertad sexual y lesbianismo (…) refleja el sexismo de su época (…) como una señal del cambio ético y social que estaba ocurriendo en esos años” (Espinasa, 2015, pág. 129).
  • Josefina Vicens

    Josefina Vicens (23 de noviembre de 1911 – 1988), originaria de Tabasco. Su producción literaria está compuesta por dos novelas: “El libro vacío” (1958) y “Los años falsos” (1962). Su estilo muestra “la visión de la mujer bastante tópica: servidumbre y resignación, la sensibilidad dota a sus textos de profundidad” (Alemany, 2003, pág. 64).
  • Magdalena Mondragón

    Magdalena Mondragón (14 de julio de 1913 – 19 89), originaria de Torreón Coahuila. Sus obras más importantes son “Yo, como pobre…” (1944) y “Más allá existe la tierra” (1947). En su obra, la autora “demuestra un verdadero interés por lo sectores marginados y la emigración de los campesinos a la gran ciudad con el consecuente abandono de la tierra y de las tradiciones” (Alemany, 2003, pág. 64).
  • Adriana García Roel

    Adriana Garcia Roel (4 de junio de 1916 – 2003), originaria de Monterrey, Nuevo León. Sus obras más importantes fueron “El hombre de barro” (1943) y “Apuntes ribereños” (1955). En sus obras “se presiente cierto hábito de culpabilidad por no haber roto la tradición del silencio femenino” (Alemany, 2003, pág. 65).
  • Elena Garro

    Elena Garro (11 de diciembre de 1916 – 1998), originaria de XXX. Dentro de sus obras se encuentra “Los recuerdos del porvenir” (1963), “Reencuentro de personajes” entre otros. Dentro de la narrativa, Elena Garro ha sido considerada como antecesora del realismo mágico (Martínez, 2016).
  • Sara Iglesias

    Sara Iglesias (29 de abril de 1917 – 1987), originaria de ciudad de México. Sus obras fueron “El jagüey de las ruinas” (1944) y “Exilio” (1957). Su estilo muestra “diversos aspectos de la situación de la mujer” (Alemany, 2003, pág. 65).
  • Guadalupe Dueñas

    Guadalupe Dueñas (19 de octubre de 1920 – 2002), originaria de Guadalajara, Jalisco. Sus obras importantes fueron “Tiene la noche un árbol” (1959), “No moriré del todo” (1976), “Máscaras para un ídolo” (1987) y “Antes del silencio” (1991). Su producción va “desde lo fantástico, combina juegos con el tiempo y la introspección que la alejan de la realidad objetiva” (Alemany, 2003, pág. 65).
  • Rosario Castellanos

    Rosario Castellanos (25 de mayo de 1925 – 1974), originaria de la Chiapas. Dentro de su producción destacan “Balún Canán” (1957) y “Oficio de tinieblas”. A través de sus obras, Rosario Castellanos pretende “mostrar la persistencia del problema indígena en el tiempo de Cárdenas, reflejar el mundo mítico y mágico de las comunidades indígenas y reinterpretar el presente a través del pasado asemejando la realidad indígena a la realidad social de las mujeres” (Alemany, 2003, pág. 67).
  • Amparo Dávila

    Amparo Dávila (21 de febrero de 1928 – 2020), originaria de Pinos, Zacatecas. Sus obras más importantes son “Muerte en el bosque” (1985), “Tiempo destrozado” (1959), “Música concreta” (1964) y “Árboles petrificados” (1977). Su estilo se sitúa en “el ámbito de lo fantástico” (Alemany, 2003, pág. 67).
  • Inés Arredondo

    Inés Arredondo (20 de marzo de 1928 – 1989), originaria de Culiacán, Sinaloa. Sus obras importantes fueron “La señal” (1965), “Río Subterráneo” (1979), “Opus 123” (1983), “Los espejos” (1988). Su estilo muestra el “fino análisis de personajes feminos” (Alemany, 2003, pág. 68).
  • Luisa Josefina Hernández Lavalle

    Luisa Josefina Hernández Lavalle (2 de noviembre de 1928), originaria de ciudad de México. Sus obras fueron “El lugar donde crece la hierba” (1959), “La plaza de Puerto Santo” (1961), y “la última, Almeida danzón” (1989). Su estilo narrativo “contiene muchos elementos teatrales” (Alemany, 2003, pág. 68).
  • Margo Glantz

    Margo Glantz (28 de enero de 1930), originaria de ciudad de México. Sus obras principales fueron “Las genealogías” (1981) –premio Magda Donato–, “Síndrome de naufragios” (1984) –premio Xavier Villaurrutia, y El rastro (2002), finalista del Premio Herralde de novela. El estilo de Margo Glantz “se anticipó en los ochenta a las principales líneas narrativas que hoy en día son las frecuentadas por las mejores narradoras latinoamericanas” (Alemany, 2003, pág. 69).
  • Elena Poniatowska

    Elena Poniatowska (19 de mayo de 1933), originaria de París, hija de madre mexicana. Sus obras más importantes, dentro de la narrativa, han sido “Hasta no verte, Jesús mío” (1969) y “La noche de Tlatelolco” (1971). Sus obras muestran un “estilo irónico e irreverente, (…) [sobre] los vicios y virtudes del pueblo mexicano; (…) la situación social mexicana desde la perspectiva femenina…” (Alemany, 2003, pág. 70).
  • Brianda Domecq

    Brianda Domecq (1 de agosto de 1942), originaria de Nueva York, de padre español. Dentro de su producción narrativa se encuentra “Once días… y algo más” (1979) y “La insólita historia de la Santa de Cabora” (1990). Domecq considera que su narrativa “forma un corpus muy específico con un contexto, voz y visión propios al que hay que juzgar de acuerdo con sus propios merítos” (Beer, 2015).
  • María Luisa Puga

    María Luisa Puga (3 de febrero de 1944 - 2004), originaria de ciudad de México. Dentro de sus obras se encuentras: “Las posibilidades del odio” (1978), “Cuando el aire es azul” (1980), “La viuda” (1994). En cuanto su estilo se puede observar “el análisis de las relaciones entre hombre y mujer en ámbitos sociales conflictivos” (Alemany, 2003, pág. 72).
  • Bárbara Jacobs

    Bárbara Jacobs (19 de octubre de 1947), originaria de ciudad de México. Dentro de sus obras se encuentran “Las hojas muertas” (1987) y “Las siete fugas de Saab, alias el Rizos” (1992). En su estilo se observa “… un mundo imaginario, íntimo, reflexivo, con una visión crítica del mundo social e intelectual, (…) las experiencias llegan a niveles simbólicos que le ayudan a comprender el presente” (Alemany, 2003, pág. 73).
  • Ángeles Mastretta

    Ángeles Mastretta (9 de octubre de 1949), originaria de Puebla. Dentro de su obra se encuentra “Arráncame la vida” (1985), “Mujeres de ojos grandes” (1991), entre otras. En su narrativa se “habla del matrimonio, del adulterio, de la rebeldía y de la liberación de la mujer y, como trasfondo, la desmitificación de la vida política y social, la crítica al machismo imperante y a los mitos revolucionarios” (Alemany, 2003, págs. 73 – 74).
  • Laura Esquivel

    Laura Esquivel (30 de septiembre de 1950), originaria de ciudad de México, Dentro de su obra se encuentras “Como agua para chocolate” (1989) y “Ley del amor” (1995). En su narrativa se identifica “la denuncia [d]el patriarcado, … machismo, … poder represivo de las normas sociales y frente a esta situación está la sabiduría femenina que triunfa sobre las reglas del comportamiento” (Alemany, 2003, pág. 74)
  • Ethel Krauze

    Ethel Krauze (14 de junio de 1954), originaria de la Ciudad de México. Dentro de sus obras se encuentra “Intermedio para mujeres” (1982), “Infinita” (1992) y otras más. Krauze aborda el tema de la sexualidad femenina como parte de su narrativa (Lecturalia, 2020).
  • Carmen Boullosa

    Carmen Boullosa (4 de septiembre de 1954), originaria de la ciudad de México. Sus obras narrativas más destacadas son “Mejor desaparece”, novela que pertenece al género fantástico, y “La otra mano de Lepanto” en donde se narra la vida de una mujer mora en el Madrid de Cervantes (Pinto, 2015).
  • Mónica Lavín

    Mónica Lavín (22 de agosto de 1955), originaria de la Ciudad de México. Entre sus obras se encuentran “Yo, la peor” (2010), “Las rebeldes” (2011), entre otros (Wikipedia, 2020). El estilo de su narrativa está escrita en una escritura asequible al lector, sin perder la profundidad del mensaje (Lavín, 2917)
  • Rosa Beltrán

    Rosa Beltrán (15 de marzo de 1960), originaria de la ciudad de México. Entre sus obras se encuentra “La espera” (1986), “La corte de los ilusos” (1995) y “Efectos secundarios” (2011) (ELEM, 2020). Su obras se caracteriza por mostrar “una visión genuina, particular, pero sobre todo, crítica de lo femenino: un enfoque que no es el eco de ningún otro y se caracteriza por su originalidad y osadía” (González, 2020).
  • Marina Nuñez Bespalova

    Marina Nuñez Bespalova (15 de agosto de 1970), orginaria de Moscú, Rusia. Dentro de su obra se encuentra un cuento “Donde el polvo se posa” (1994) (Alemany, 2003).Su estilo, enmarcado en el producción de escritores debutantes, es considerado como “diáfano y preciso” (Pavón, 2018, pág. 145).
  • Ave Barrera

    Ave Barrera (1980), originaria de Guadalajara. Solo há publicado una novela “Puertas demasiado pequenas” (2013), ganhadora del premio “Sergio Galindo” 2013 de la UV (ELEM, 2020). En su novela muestra un “deslinde entre cordura y locura [que] se entrecruzan con los de la ficción y la realidad” (Zagalde, 2017).
  • Alaíde Ventura Medina

    Alaíde Ventura Medina (1985), originaria de Xalapa, Veracruz. Dentro de su obra se encuentra “Como caracol” (2018) y “Entre los rotos” (2019). El estilo de su obra se enmarca en la ficción (ELEM, 2020).
  • Guadalupe Domínguez

    Guadalupe Domínguez (1990), originaria de Mérida, Yucatán. Dentro de su producción se encuentra “Corazones frescos recién lavados” (2009) y “La araña” un cuento incluido en el libro “Dialogos con la ponzoña”. Su estilo aborda el tema de la mujer desde la experiencia de la autora, escrito en primera persona, como si estuviese dialogando con su lector.