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Julián Mantle, un exitoso abogado, que trabaja muy duro todos los días para tener más dinero, y mejor reputación sufre un paro cardíaco. Esto lo hace entrar en razón y se da cuenta de que el éxito financiero y fama que tenia en realidad no lo hacían feliz. Tenia 53 años y ya parecía de 70. Su doctor le informa que si sigue así moriría pronto, entonces hace que en su corazón nazca una nueva idea.
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El aprendiz de Julián, John quien se sorprende con la noticia de que Julián había renunciado y vendido todos sus bienes inclusive su Ferrari rojo para realizar un viaje y de esta manera poder encontrar y llenar ese vacío con el que se sentía, recibe una inesperada visita tres años después.
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Julián empieza a decir en donde estuvo todo ese tiempo. Quería a ser la persona que hace mucho tiempo había sido, entonces después de haber vendido todas sus posesiones había hecho un viaje a la India. Abrió su mente, observo a su cultura, recorrió sus paisajes y practico yoga. Conoció a el yogui Krishnan, un antiguo abogado, le hablo sobre los monjes del Himalaya. Atravesó por todo tipo de retos que se presentaron en el viaje, pero logra encontrar a uno.
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El monje se presenta como Yogui Roman. Después de un largo camino, logran llegar al templo. Julián inmediatamente se sorprende de lo bello que es, y de como esta adornado con flores.
Le asignan una choza sin ninguna de las comodidades a las que estaba acostumbrado, pero Julián finalmente se siente en casa. -
En la casa de John, Julián le sigue contando sobre su vida en Sivana y convivencia con los monjes, quienes accedieron a transmitirle sus conocimientos si él al regresar los transmitía de la misma forma.
Julián sorprendió a los monjes pues el enserio quería aprender de ellos y cambiar su vida. Al contarle todo esto, John quedó en un acuerdo en el cual él se convertiría en su aprendiz otra vez, pero esta vez de la filosofía de la vida. -
Al día siguiente, Julián llego a casa de John vestido con una túnica roja. Comenzaron su platica sobre como controlar la mente para olvidarse de las preocupaciones y obtener la tranquilidad para lograr liberar lo que Julián llamó “manantial de la juventud”.
A John le costaba trabajo creer todo lo que Julián le decía, pero este le convenció de dejar las viejas creencias para entender las nuevas y practicara estas técnicas por un mes. -
Primer virtud: dominar la mente.
Enseñanzas:
• Cultiva tu mente y florecerá́ más allá́ de tus expectativas.
• La calidad de la vida viene determinada por la calidad de los pensamientos.
• No existen los errores, sólo las lecciones.
• Considerar los reveses como oportunidades de expansión personal y crecimiento espiritual. -
Segunda virtud: perseguir tus propósitos.
Enseñanzas:
• El propósito de la vida es una vida con propósito.
• Descubrir y luego llevar a cabo la meta de tu vida aporta una satisfacción duradera.
• Marcarse objetivos claramente definidos en lo personal, profesional y espiritual, y luego tener el valor de obrar en consecuencia. -
Tercer virtud: practicar el kaizen (mejora constante).
Enseñanzas:
• El autodominio es el ADN del dominio de la vida.
• El éxito empieza por dentro.
• El esclarecimiento se logra mediante el cultivo constante de la mente, el cuerpo y el alma. -
Cuarta virtud: vivir con disciplina.
Enseñanzas:
• La disciplina se logra realizando constantemente péquenos actos de coraje.
• Para que madure el embrión de la autodisciplina hay que alimentarlo.
• La fuerza de voluntad es la virtud esencial de una vida realizada. -
Quinta virtud: respetar el tiempo propio. Enseñanzas:
• El tiempo es la mercancía más preciada y no es renovable.
• Centrarse en las prioridades y mantener el equilibrio.
• Simplificar la vida. -
Sexta virtud: servir desinteresadamente a los demás. Enseñanzas:
• La calidad de la vida se reduce en definitiva a la calidad de lo que Uno aporta.
• Cultivar lo sagrado de cada día, vivir para dar.
• Elevando la vida de los demás, la vida propia alcanza las más altas dimensione -
Séptima virtud: abrazar el presente Enseñanzas:
• Vivir en el «ahora». Paladear el presente
• No sacrificar la felicidad a expensas de la realización
• Saborear el viaje y vivir cada día como si fuera el último