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Extrañé mucho a la maestra Blanquita que me cuido mucho durante esos dos primeros años. Era sumamente comprensiva y tierna.
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Tomé clases con ella la primera mitad de la primaria; es la profesora que más recuerdo y a la que más cariño le guardo. Demostraba siempre inteligencia y tenía un carácter muy conciliador.
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Fui una excelente estudiante, todos los años estaba en el cuadro de honor. Mis hermanos creían que era aburrida por mis calificaciones.
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Cuando estaba en cuarto año de primeria, olvidé que tenía que realizar un trabajo para calificación final. Trabajé en él desde el inicio, un día antes de la entrega con ayuda de mi mamá, no dormí en toda la noche, por la mañana sólo me lavé y me fui a la escuela. Pero saqué diez.
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Acá hubo muchos profesores pero ninguno relevante. Tampoco acá paso mucho en la vida; seguí siendo cuadro de honor.
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Era el último año de secundaria y jugando a aventarnos objetos, le rompí la boca a una compañera. Estuvieron a punto de expulsarme pero ella confirmó que fue un accidente y me salvé.
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Acá ya no hubo cuadro de honor y hubo muchos cambios de grupo y profesores. Escogí estar en el grupo de la línea físico matemático, me arrepentí todo el ciclo. Fue la primera vez que reprobé.
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Hacen cambios de grupos y los pocos amigos que tenía quedaron en un aula distinta. Esto también provocó que sus profesores y los míos fuesen distintos.
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Reprobé calculo diferencial. Odiaba la materia, al profesor pero la pasaba muy chevere en la clase, aunque me sacaban todo el tiempo. Nunca entendí nada y por lo tanto también reprobé calculo integral.
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Realicé mi viaje para conocer la que sería mi universidad, así como la ciudad en la que estaba. Hice mi examen de admisión a la licenciatura en psicología.
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Recuperé mis calificaciones de excelencia y me gradué con honores. De este periodo siempre llevaré en mi corazón al maestro Miguel Ángel Sitten.
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Me preocupa no sólo el aprendizaje sino la vida escolar; organizada con un grupo de compañeras y compañeros, nos lanzamos para las elecciones de la sociedad de alumnos. Perdimos por once votos.
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Realicé mi examen profesional, obteniendo el grado por unanimidad. Entre mis sinodales estaban aquellos profesores que apreciaba más.
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En 2012 inicié una segunda licenciatura, esta vez en filosofía pero la dejé trunca, cursando únicamente un año. Sigue siendo mi sueño hacer algo relacionado con la filosofía, pero ahora lo veo para el doctorado.
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Actualmente aquí.
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Las clases en línea no son para nada agradables, aunque tengo maestros muy preparados en lo académico, la clase virtual no es lo suyo y he sufrido mucho con esta modalidad de enseñanza/aprendizaje.