BIEN COMÚN

  • Period: 1984 BCE to 1328 BCE

    SE CREA EL PENSAMIENTO

    ARISTOTELES
    La formación de cualquier comunidad requiere un bien comun), porque «el fin de la ciudad es el vivir bien… Hay
    que suponer, en consecuencia, que la comunidad tiene por objeto las buenas acciones, y
    no solo la vida en común» Por eso el bien común está constituido
    primeramente por la virtud, es decir, por aquello que desarrolla de manera positiva y estable al
    ser humano de acuerdo con su naturaleza profunda.
  • CONCEPCIÓN O «PERSONALISTA» DEL BIEN COMÚN

    JACQUES MARITAIN: El «antiindividualismo comunista» y el «antiindividualismo anticomunista totalitario o dictatorial».
    La persona forma parte de una comunidad y, en este sentido, está subordinada a la misma; pero
    es mucho más que un miembro de la comunidad, porque posee una dimensión trascendente, de
    modo que la sociedad ha de tener como fin a la persona.
  • DESARROLLANDO EL PENSAMIENTO DEL BIEN COMUN

    TOMAS DE AQUINO :
    (1981 y 1997)
    El fin de la comunidad no puede ser distinto del bien
    humano. El fin del hombre está en contemplar y gozar el más alto de los bienes: Dios. El bien
    común tiene, pues, una dimensión sobrenatural, y otra temporal, que coincide con aquello que
    requiere la sociedad para vivir de manera buena.
    Con la modernidad, el concepto de bien común se separó de la tradición aristotélico-tomi
  • DOCTRINA CATÓLICA DEL BIEN COMÚN

    KAROL WOJTYLA
    (Juan Pablo II),
    Desarrolló la tesis de
    que la persona es naturalmente social, no solo por necesidad, sino por su plenitud ontológica, que
    es difusiva y que hermana a todos los hombres. En Sollicitudo rei socialis
    propuso la articulación entre solidaridad y bien común: la solidaridad «es la determinación firme
    y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para
    que todos seamos verdaderamente responsables de todos»
  • NUEVO IMPULSO DEL BIEN COMÚN

    JOSEHP RATZINGER
    (Benedicto XVl),
    La introducción de la «lógica del don» no solo en la sociedad civil, sino también en el mercado y el
    Estado, abre nuevos horizontes al papel del bien común. «No se trata solo de un “tercer sector”,
    sino de una nueva y amplia realidad compuesta, que implica a los sectores privado y público y
    que no excluye el beneficio, pero lo considera instrumento para objetivos humanos y sociales»
    Y esto pone en primera fila la consideración del bien común.