Mente cerebro

Antropología filosófica

  • Sócrates
    399 BCE

    Sócrates

    Sostiene que el ser humano tiene un alma inmortal y considera al hombre como un proyecto no acabado, cuya vida debe protagonizar por sí mismo.
  • Agustín de Hipona
    354 BCE

    Agustín de Hipona

    Intentó llevar a cabo una reconstrucción intelectual del universo —cosmos, individuo, sociedad e historia— donde el ser humano —cuerpo, alma y espíritu— pudiera comprenderse en su desarrollo histórico, por referencia a Dios como principio y fin del mundo creado.
  • Platón
    347 BCE

    Platón

    considera que el ser humano está compuesto por un alma inmortal preexistente que ha sido castigada a vivir encerrada durante un tiempo en un cuerpo material, y cuyo destino es volver al mundo de las Ideas al que pertenece para contemplar el Bien, la Verdad y la Belleza; el Eros es el dinamismo que le permitirá alcanzar esta meta.
  • Aristóteles
    322 BCE

    Aristóteles

    La composición hilemórfica —que considera a todo ser vivo como una única substancia compuesta de dos coprincipios: psyche y materia—, presenta al ser humano como un ser natural y social -viviente entre los vivientes y humano entre los humanos- referido cognoscitivamente a la totalidad de lo real a través del logos.
  • Tomás de Aquino
    1224

    Tomás de Aquino

    Define al ser humano como una unidad substancial de cuerpo corruptible y alma espiritual e inmortal (no preexistente), que tiene en Dios su principio último y su destino final.
  • René Descartes

    René Descartes

    La Antropología de Descartes repone la visión dualista del ser humano, como espíritu pensante que vive en una realidad material extensa.
  • David Hume

    David Hume

    Representa la confianza ciega en el método experimental de las ciencias naturales: sólo es posible afirmar con certeza la existencia de aquello que es empíricamente comprobable.
  • Immanuel Kant

    Immanuel Kant

    Kant concluye que no es posible alcanzar un conocimiento científico sobre el alma humana, el mundo o Dios; por lo que, aborda el estudio del hombre desde una doble vertiente: la Antropología Pragmática y la Antropología filosófica.
  • Georg W. F. Hegel

    Georg W. F. Hegel

    La Antropología de Hegel es un intento de sistematización filosófica muy ambicioso y completo, pues incluye todas las determinaciones del ser humano.
  • Charles Darwin

    Charles Darwin

    La interpretación materialista llevada a cabo por psicólogos y filósofos de los descubrimientos biológicos realizados por Darwin, han hecho popular una imagen del hombre en la que solo se da una diferencia de grado en relación con el resto de los animales, y que niega toda referencia trascendente de la existencia humana.
  • Soren Kierkegaar

    Soren Kierkegaar

    Cada hombre tiene en sus manos su propio destino: puede arruinar su existencia o llevarla a la plenitud pasando del estadio estético al ético y posteriormente al religioso, eligiéndose a sí mismo en cada decisión.
  • Karl Max

    Karl Max

    Despoja al sujeto individual de toda importancia, convirtiéndolo en elemento anónimo de una sociedad utópica donde reinen la igualdad y el bienestar material
  • Friedrich Nietzsche

    Friedrich Nietzsche

    plantea la lucha entre las concepciones apolínea y dionisiaca del ser humano, y postula el advenimiento del superhombre después de haber dado muerte a Dios.
  • Sigmund Freud

    Sigmund Freud

    formula una explicación global del hombre fundamentada sobre las fuerzas inconscientes y subconscientes de la psicología humana y del impulso sexual que gobiernan la existencia.
  • Max Scheler

    Max Scheler

    Consideró que el planteamiento freudiano caía en un burdo reduccionismo de la vida humana, y aplicó el método fenomenológico de Husserl al estudio de los fenómenos emocionales y su correlato intencional: los valores.
  • Helmuth Plessner

    Helmuth Plessner

    Cultivó una Antropología Biológica que puede considerarse también una hermenéutica de la naturaleza.
  • Arnold Gehlen

    Arnold Gehlen

    Gehlen sostiene que si lo consideramos desde el punto de vista biológico, el hombre es un ser inacabado, inespecializado, sin instintos y por lo tanto, abierto al mundo.